Internet es el medio por excelencia donde miles de personas pueden agruparse en torno a una idea, concepto o ejercicio, como se ha venido haciendo en los últimos meses, Hoy temprano me llegó una invitacion a tomar el reto de 21 días sin quejas, pero para que diantres necesito tomar un reto de esta naturaleza?, si yo apenas me quejo cuando me atoro en el tráfico en horas pico, o casi no me quejo cuando la red se congestiona y no puedo ver las paginas con la misma rápidez.
Tampoco me quejo de los políticos, mucho menos de los que quieren venderme productos que no necesito, en fin mi boca es una tumba cuando de quejarse se trata. (Me creíste? ).
Bueno la cuestión funciona de este modo, cuando emitimos una queja contra la actitud de alguién o por algún suceso en la vida donde nos sentimos afectados, obtenemos consecuencias nocivas para nosotros y para los demás, aparte de reforzar con la palabra y pensamiento la acción o el suceso responsable de nuestras quejas.
Suponiendo que emito la siguiente queja: Fulanito me cae mal porque no me saluda.
La queja me hace sentir víctima de la situación, estoy reforzando la imagen negativa de fulanito con otras personas, me encabrito, me pone triste, le paga duro a mi autoestima, empiezo a generar rencor contra esta persona, me enferma.
Toda esta energía discordante creada por esta queja, será devuelta a nosotros multiplicada por efecto de la ley de atracción y por efecto de la ley de causa y efecto, entonces para que quejarse si no vas a resolver nada con hacerlo?.
Esta propuesta no es nueva, nació en Julio del 2006 cuando Will Bowen propuso a su comunidad hacer este ejercicio, la idea es simple: Te colocas una pulsera con la leyenda “UN MUNDO SIN QUEJAS” y lo mantienes durante 21 días sin quejarte de nada, aunque el perro te orine no emitirás queja alguna.
Pero si no resistes el quejarte, meterte en chismes o criticar a otros, debes cambiar la pulsera de mano y volver a empezar por otros 21 días.
Ahora te propongo asumir este reto de 21 días sin quejas críticas ni chismes, si lo logras, habrás hecho de tu vida un paraíso, tendrás mejor ánimo, menos dolores, relaciones más favorables, mayor autoestima. Serás una persona más felíz y armoniosa.
Mucha gente ha superado este reto, algunos les ha tomado hasta 5 meses vivir 21 días sin quejas, debo aclarar que para este ejercicio en particular solo cuentan las críticas o quejas verbalizadas (habladas), las pensadas no cuentan.
Pero porque 21 días?, Está científicamente probado que nos toman 21 días para crear un hábito, en este caso crearemos el hábito de la gratitud y desecharemos el hábito de la queja o crítica.
Es necesario portar la pulsera?, No es necesario pero puedes utilizar “algo” que te recuerde que no debes quejarte, como llevar una piedra en el bolsillo o como hacían los discipulos de melquisedec, llevaban una espina de rosa en su túnica y se pinchaban cada vez que decían una queja, crítica o tenían pensamientos inadecuados (De allí viene la creencia de los celtas de que la espina de rosa aleja al demonio).
Eres libre de elejir el método que mejor te recuerde que no debes quejarte por 21 días. Aceptas el reto?
Tampoco me quejo de los políticos, mucho menos de los que quieren venderme productos que no necesito, en fin mi boca es una tumba cuando de quejarse se trata. (Me creíste? ).
Bueno la cuestión funciona de este modo, cuando emitimos una queja contra la actitud de alguién o por algún suceso en la vida donde nos sentimos afectados, obtenemos consecuencias nocivas para nosotros y para los demás, aparte de reforzar con la palabra y pensamiento la acción o el suceso responsable de nuestras quejas.
Suponiendo que emito la siguiente queja: Fulanito me cae mal porque no me saluda.
La queja me hace sentir víctima de la situación, estoy reforzando la imagen negativa de fulanito con otras personas, me encabrito, me pone triste, le paga duro a mi autoestima, empiezo a generar rencor contra esta persona, me enferma.
Toda esta energía discordante creada por esta queja, será devuelta a nosotros multiplicada por efecto de la ley de atracción y por efecto de la ley de causa y efecto, entonces para que quejarse si no vas a resolver nada con hacerlo?.
Esta propuesta no es nueva, nació en Julio del 2006 cuando Will Bowen propuso a su comunidad hacer este ejercicio, la idea es simple: Te colocas una pulsera con la leyenda “UN MUNDO SIN QUEJAS” y lo mantienes durante 21 días sin quejarte de nada, aunque el perro te orine no emitirás queja alguna.
Pero si no resistes el quejarte, meterte en chismes o criticar a otros, debes cambiar la pulsera de mano y volver a empezar por otros 21 días.
Ahora te propongo asumir este reto de 21 días sin quejas críticas ni chismes, si lo logras, habrás hecho de tu vida un paraíso, tendrás mejor ánimo, menos dolores, relaciones más favorables, mayor autoestima. Serás una persona más felíz y armoniosa.
Mucha gente ha superado este reto, algunos les ha tomado hasta 5 meses vivir 21 días sin quejas, debo aclarar que para este ejercicio en particular solo cuentan las críticas o quejas verbalizadas (habladas), las pensadas no cuentan.
Pero porque 21 días?, Está científicamente probado que nos toman 21 días para crear un hábito, en este caso crearemos el hábito de la gratitud y desecharemos el hábito de la queja o crítica.
Es necesario portar la pulsera?, No es necesario pero puedes utilizar “algo” que te recuerde que no debes quejarte, como llevar una piedra en el bolsillo o como hacían los discipulos de melquisedec, llevaban una espina de rosa en su túnica y se pinchaban cada vez que decían una queja, crítica o tenían pensamientos inadecuados (De allí viene la creencia de los celtas de que la espina de rosa aleja al demonio).
Eres libre de elejir el método que mejor te recuerde que no debes quejarte por 21 días. Aceptas el reto?
